En contraste con la sencillez de la arquitectura de una “casita de té”, esforzándose en conseguir un tratamiento ingenuo de los materiales, los acabados de este proyecto se ejecutan con maestría. Si la arquitectura sukiya pretendía atraer al samurai con su expresividad robusta, esta pequeña casa es sorprendentemente extravagante. Por desgracia, el mimo con el que está tratado su interior no se refleja en sus alrededores, lo que disminuye, finalmente, su gloria. La arquitectura ambiciosa sobrepasa su humilde lugar. t18 048